domingo, 22 de abril de 2012

Orgullo deportivo y orgullo del rebaño

La modorra psicológica que ha hecho durante largo tiempo evitar a la gente pensar en asuntos de pesadez existencial importante los sumerge además en un mar de ideas volubles y abstractas, en estos dias me impresiona sobremanera que con las empresas españolas cotizando a precio de coste, al borde del rescate, con subidas de impuestos combinadas con recortes culturales y sanitarios lo que mas se vea sea el real madrid y el barça, dos clubes bebedores masivos de subvenciones estatales pagadas por nuestros tiritantes bolsillos y además endeudados hasta las cejas (supongo que se necesita financiar muchos bienes de capital para que 11 tios corran en un campo detrás de un balón).

Es poco mas que el ya tan conocido pan y circo romano, por eso el estado del bienestar está siendo destruido en este país (como lo será en todos) a un ritmo muy superior al de otros paises como los del norte de Europa.

El dinero público no tiene incentivos a ser bien administrado, eso está claro, pero en España esto llega a un nivel superior, ni con una monarquía, ni con una república, ni con una dictadura, ni con una monarquía parlamentaria somos capaces de hacer nada a derechas, porque somos inherentemente ineficientes, exigimos subitamente que nuestros ingresos robados sean destinados a las festividades locales pero no exigimos que sean destinados a IDI, pero claro, es totalmente comprensible, todos sabemos lo que son los san fermines, las fallas, la fiesta del agua, la tomatina, los carnavales etc... pero nadie parece saber que puede hacer por el la energía de fusión...

La única proposición decentemente aplicable que vendría desde la izquierda rothbardiana ni siquiera ahora me tranquiliza, en caso de realizarla seriamos tan sumamente patanes que acabariamos aplastados por criterios competitivos y sobreviviriamos una fracción de la fuerza productiva actual. Porque así es nuestro país, subvencionamos a gente que se ha pasado años trabajando sin ahorrar pero no subvencionamos a los que han ahorrado para estudiar, subvencionamos la discapacidad pero no la formación de superdotados y como he destacado anteriormente, subvencionamos la fiesta y la religión, pero no la ciencia.

Y sin mas dilación disto de este debate teleológico que nada tiene que ver conmigo pues el orden espontaneo del sistema nos mostrará nuestro futuro cuando llegue el momento, preparense los acomodaticios patanes que pueblan la meseta porque no va a ser agradable.

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