domingo, 12 de febrero de 2012

Optimismo en el mejor de los mundos posibles

Ya lo dijo uno de los grandes genios universales, Leibniz, vivimos en el mejor de los mundos posibles, esto ha sido satirizado por mucho filósofos a lo largo de la historia, pero quizás, porque ninguno de ellos tenía el enfoque multidisciplinar que el gran cerebro alemán tuvo.

Vivimos en un mundo en el que los ecosistemas, las sociedades, las mentes y personalidades han sido ajustadas por un orden espontaneo sin necesidad de inteligencia externa, sin necesidad de dios ni de dirigentes, solo han sido creados aleatoriamente por los débiles para justificar sus actos subjetivamente absurdos.

Las leyes físicas están precisamente moldeadas para provocar el bienestar mediante el libre albedrio, casi soslayando asintóticamente la segunda ley de la termodinámica, la cual es aplastada en el caso en que nuestras mentes, de forma subjetivamente aceptada por la praxeología social interpretan las matemáticas de la información.

Por eso hoy me siento obligado a gritar a viva voz que estamos destinados al bien y todos los sistemas que quieran apartarnos de el tendran su destrucción tarde o temprano, solo hay que procurar agacharse cuando pase.

No es como dijo el gran Groucho, de la nada no hemos alcanzado las mas altas cotas de miseria, lo que de verdad ocurrió es que de la nada alcanzamos las cotas mas bajas posibles de miseria a pesar de instituciones opresivas como la iglesia, el estado etc...

El dia en que la libertad sea el valor fundamental alcanzaremos el progreso a niveles nunca vistos y el mejor de los mundos posibles tendra un horizonte abierto a todos los otros mundos tambien.

domingo, 5 de febrero de 2012

Stairway to mediocrity

Somos, en el sentido ontológico de la palabra, en un mundo desestructurado e inconsciente, donde unos pocos ascienden por una escalera de la parte de atrás, no es limpia, no es bonita, solo es directa, directa a un montón de vacuos reconocimientos y un escalafón en la burocracia mundial, es la escalera hacia la mediocridad.

Sin creatividad, sin esfuerzo, sin entereza, solo arbitrariedad.

Nos hemos acostumbrado demasiado a que el rector de nuestra sociedad sea la sumisión y la sistematización de órdenes simples, quizás lo que en realidad deseamos es ser ordenadores, pues bien, seamoslo, pero si vamos a ser maquinas lineales, al menos seamos eficientes y no lleguemos al caso en el que la ineficiencia de la irracionalidad se sume a las tendencias inmovilistas de lo inerte.

Derroquemos a una alta esfera de pseudo-intelectuales, de Krugmans y Stiglitzs, de políticos y "tecnócratas" de falsos artistas esclavos de la sociedad de masas e incapaces de expresar la auténtica emoción de vivir, de publicaciones pomposas a favor de ideas abstractas y prostituidas. En resumen, derroquemos la ignorancia y mas importante, derroquemos a los ignorantes que como tal han hecho un monto inamovible con su reiterada cerrazón para aplastarnos desde afuera hacia adentro y evitar que de forma autónoma, individualista y descentralizada ataquemos sus flancos vacios desestructurando su imperio de la estupidez.

Esperemos que mediante el conocimiento y aprendizaje del que podamos hacer gala podamos devolver la coacción tanto tiempo impuesta por lo débiles de mente y desgarrando desde su interior, las paredes de este falso sistema emerger portando la entrañas de tus opresores para luego dejarlos partir libres con un gesto de humildad.

Y aunque no exista tal desigualdad podremos decir todos y cada uno "allí de donde vengo, allí donde doble el yugo, allí donde quiera que estuviese, ahora, soy su rey".